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lunes, 7 de octubre de 2013

ME LLAMO LUCAS Y NO SOY PERRO - FERNANDO DELGADO


Hoy voy a hablaros de un libro que me ha parecido tan tierno como espeluznante, que ha conseguido tanto que se ponga una sonrisa llena de ternura en mi boca como se me ericen todos los pelos del cuerpo o me de un pellizco en el estómago . 

Un libro que, por su longitud, no llega a las 80 páginas, bien podría ser considerado un relato largo y que a su vez es un cuento, una crítica, un punto de reflexión  y una denuncia ante ciertas actitudes que jamás en mi vida conseguiré a llegar a entender. La historia de Lucas, me ha dejado con las patas colgando y el corazón encogido y a mi perra diciendo: " pero Vero, no estés más loca ya, ¿porqué me lees esas cosas?", y es que claro, después de leer las aventuras y desventuras que les ha tocado a vivir a Lucas, yo me dedicado a mimar a mi perrilla.

Esta es Jara


Me llamo Lucas y no soy perro me llamó la atención por ser, precisamente, Lucas, que, por supuesto, sí que es un perro, el que cuenta la historia, porque siempre me han llamado la atención esas ocasiones en las que se les deja coger la batuta a nuestros amiguitos peludos y dirigir el concierto.  Y lo hace de una forma muy tierna, muy infantil, como si fuera un niño aquel que se está dirigiendo a nosotros, como él se ve, como, la mayoría de las familias que tienen perro suelen ver a sus mascotas, como uno más. 




Dividido el grueso de la historia en dos partes , nos encontramos, por un lado, la llegada de Lucas de casa, cómo nos cuenta la relación que tiene con su familia, sus sentimientos y las cosas que se le pasan por la cabeza. Lucas no quiere ser un perro, él se considera persona, como el resto de la " _manada_ " a la que pertenece. Pero es que, más allá de eso, vamos viendo cosas que, si tenemos un perro en casa, vamos a reconocer sin lugar a dudas, porque los perros saben, son mucho más listos de lo que muchas personas se piensan y se hacen entender mucho mejor de lo que algunos humanos lo hacen, vamos, como he pensado muchas veces de mi Jara y repiten de Lucas en varias ocasiones: "Les falta hablar" . Aunque, en esta parte, también vemos como las cosas se van torciendo en la familia, como se va deteriorando el matrimonio de sus dueños y, con él, la estabilidad de Lucas en casa....Hasta que es abandonado.

La segunda parte, que comienza con el abandono de Lucas en una gasolinera, es bastante dura. No porque salgan cosas demasiado atroces, sino porque en ella se puede ver el sufrimiento de Lucas, como siente su abandono, que aún habiéndolo presenciado, no lo siente como tal, y espera a que vuelvan a por él sentado, solito, en el mismo sitio dónde lo han dejado, hasta que comprende que allí no puede seguir y decide emprender el camino hasta casa, en busca de su dueña que a buen seguro lo estará esperando. Él te lo cuenta, lo que vive, lo que se va encontrando en el camino, como lo siente y lo vas sintiendo con él. Y se te pone el corazón en un puño más por ponerte en el pellejo del pobre Lucas, de la cantidad de perros que, lamentablemente, sufren la misma suerte que él, que por las cosas que le tocan vivir tras el abandono, aunque tampoco sean plato de gusto precisamente. Y es que yo hay cosas que no consigo entender y, por mucho que me lo proponga, no lograré entender ningún día. No sé como alguien puede ser capaz de abandonar a un animal con el que ha convivido. No sé como puede haber gente que maltrate a los animales o los apalice por el simple echo de "divertirse" un rato. No sé cómo se puede llegar a pensar que, los animales en general y los perros en particular, no sienten. No sé cómo pueden tratar con un perro, criarlo y cuidarlo y, cuando se hace mayor, abandonarlo a su suerte, generalmente mala, en las calles. No puedo. Porque tengo perro. Y la quiero cómo no podéis imaginaros siquiera.

Lucas es un labrador
Quizás, el problema, es que la gente no tiene conciencia, puede que ni tan siquiera corazón, porque no sé cómo no se puede querer a un animal con el que se ha convivido y nos trata como si fuéramos el puñetero centro de su universo, un animal que daría su vida por nosotros si es que hiciera falta. Los perros de caza que son abandonados cuando dejan de ser útiles o los cachorros que se toman por capricho y se dejan a un lado cuando se cansan de ellos, sin pensar que el animal siente y padece.

Por eso creo, sobre todo en estas fechas que se acercan en las que muchas veces se regalan perritos sin pensar más allá que en la sonrisa del momento, que este libro es interesante de ser leído, no sólo para aquellos a los que le gustan los perros, sino también para aquellos a los que les hace falta un poquito de conciencia con respecto a estos animalitos.

A mí el libro me ha gustado mucho, a pesar de esos pellizcos que en determinados momentos me ha tirado e el estómago. Tiene un estilo muy fácil de leer y está cargado de sentimiento. El personaje principal, aunque también aparezcan a su alrededor otros que rigen su vida, es Lucas, y es él quién nos cuenta las cosas que pasan, con un lenguaje infantil, de vocabulario sencillo y frases cortas. Un libro que se lee rápido y lo mismo te saca una sonrisa cargada de ternura que consigue que se escape una lágrima de rabia.




Título: “Me llamo Lucas y no soy perro”
Autor: Fernando Delgado
Editorial: Planeta
Edición: tapa dura con sobrecubierta
Fecha de publicación: 25/06/2013


2 comentarios:

  1. Lo quiero leer...aunque sé que hay partes que me costarán-...yo tampoco entiendo el abandono de mascotas...
    Un beso!

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  2. Ays, me dejas con ganas de leerlo, aunque me pasa como a Lesincele, que va a haber parts que me van a costar...
    Beostes!!!

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