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lunes, 18 de febrero de 2013

Pídeme lo que quieras - MEGAN MAXWELL

" Flirteando entre la buena literatura y esas otras cosas que a ti te gusta leer ¿eh? "

Fueron, las palabras textuales de mi hermano al enterarse de que estaba intercalando libros en mi lectura principal actual: " Los detectives salvajes ", de Roberto Bolaño, recomendada expresamente por él y que me está gustando muchísimo. 

Pero hay momentos y momentos. Y no siempre esperamos que caiga en nuestras manos el mismo tipo de literatura. Y es que no lo mismo leer mientras se espera a que llegue el tren o mientras viajamos en él con miles de ruidos de fondo, que en casa tranquilamente mientras disfrutamos de una buena copa de ron miel extra, cuando ya hemos terminado la jornada, con música o las gotas de lluvia de fondo. No es lo mismo sacar al perro y aprovechar para leer unas páginas rápidas que paladear suavemente cada palabra que desfila ante tus ojos. Y es que no es lo mismo...¿Cómo va a ser lo mismo? 

Este fin de semana he estado en Sevilla. Y, entre el tren y diversas esperas que al caso no vienen, he tenido tiempo para leer de sobra. Pero quería que fuera algo ligerito, sin que tuviera que pensar a penas, que simplemente me dejara llevar a dónde quiera que las palabras de algún escritor o escritora desconocidos quisieran transportarme. 

De Megan  Maxwell, aún tengo que mirar como se escribe su nombre para no errar en ello_, no había leído nada antes de Pídeme lo que quieras, o al menos no se había quedado tan grabada en mi mente como para recordarla, pero si que había oído que es de las mejores escritoras de chick lit del panorama nacional y, como eso precisamente era lo que estaba buscando para mi viaje, decidí seleccionar uno de sus libros para el mismo. Y así fue como, el último de sus libros, según tengo entendido, cayó en mis manos. 

Tras la muerte de su padre, el prestigioso empresario alemán '''Eric Zimmerman''', decide viajar a España para supervisar las delegaciones de la empresa Müller. 

En la oficina central de Madrid conoce a '''Judith''', una joven ingeniosa y simpática de la que se encapricha de inmediato.

'''Judith sucumbe a la atracción que el alemán ejerce sobre ella''' y acepta formar parte de sus juegos sexuales, repletos de '''fantasías y erotismo'''. Junto a él aprenderá que todos llevamos dentro un voyeur, y que las personas se dividen en sumisas y dominantes... 

Pero el tiempo pasa, '''la relación se intensifica''' y Eric empieza a temer que se descubra su secreto, algo que podría marcar el principio o el fin de su relación.

Pídeme lo que quieras es sin duda '''una novela atrevida''', en la que el morbo y las fantasías sexuales están a la orden del día




Título: Pídeme lo que quieras.
Autora: Megan Maxwell
Editorial: Esencia.
Número de páginas: 464

Lo cierto es, que si me preguntaran si el libro me ha gustado o no, tendría mis dudas a la hora de responder. No es un gran libro, pero tampoco es que resulte penoso leerlo. Es más, no sólo se deja leer sino que, además, consigue que, sin tener una trama demasiado desarrollada tras de sí, pues si me pidieran que resumiera el libro en tres palabras no serían más que sexo, sexo y sexo, la páginas vuelen sin darte cuenta y pases un rato entretenido. Morbo, si es lo que buscas, aquí vas a encontrarlo, no por nada te avisan antes de comenzar a leerlo que no es una lectura apta para menores de dieciocho años. 

¿Novela erótica? Si. ¿Pornográfica? No llega a ese extremo, pero casi. Es bastante explícita, mucho más que la trilogía de las sombras que tanto se ha puesto de moda últimamente y que ha dado el pistoletazo de salida para este tipo de literatura a los estantes de las librerías. Y es que la literatura, cómo todo lo demás, también se rige por modas...La pela es la pela y mientras que la cosa venda...¿porqué no seguir con ella? Así que igual que pasó en su día con Crepúsculo y los vampiros adolescentes, ahora está sucediendo con la novela erótica. Yo, debo reconocer que novela de esta índole ya había leído antes de que estallara el boom de masas activada por Christian Grey, novelas que me parecieron más románticas que eróticas, a decir verdad. Este no ha sido uno de los libros que más me han gustado en cuanto a esta temática se refiere, pues tiene muchas pegas que lo alejan de ser un libro redondo, pero se deja leer y te entretiene, que es lo que principalmente buscaba cuando me puse a leerlo, así que se puede decir que su misión la ha cumplido, a pesar de tooodos esos detalles que no me terminan de convencer. 

El argumento, como ya os decía, no se acerca ni por asomo al adjetivo de espectacular. Es más, es que apenas si tiene trama y, la que tiene, es tan típica y tópica que apenas si nos dice nada. Y es que es eso, un libro de dejarse llevar, de atravesar el camino más que de llegar a una meta, de las cosas que en él pasan. Sin embargo, tampoco hace falta un gran argumento para que estas historias cuajen, con que te hagan leer y leer sin parar y el tiempo pase sin que te des cuenta te vale. Yo, al menos, no esperaba más de esta novela, por lo que tampoco se puede decir que me haya defraudado. Lo que si ha sido, para mi gusto, el punto más flojo de la novela han sido los personajes, sobre todo en los dos que se centra, aquellos que protagonizan las páginas del libro, y es que las actitudes que toman ante la situaciones que se les presentan no es sólo que sean de lo más inverosímiles, sino que es que además no hay quién los entienda. Y no son pocas las veces en las que te quedas en plan: " What?Pero...pero...pero qué? En serio?Me lo estás diciendo en serio?"  y hasta ganas que te dan de darle un par de huascas a cada uno. Pero a ambos, porque vaya tela con los dos. 

Y es que, con estos personajes es imposible sentirse identificada ni siquiera un poquito. Que no, que no se puede. Él, Eric Zimmerman, es el jefazo alemán que viene a ver cómo van sus empresas por España y que, encerrados en un ascensor, se siente inmediatamente cautivado por Judith, una secretaria de la empresa. A Eric, algunos empleados lo llaman '''Iceman''', el hombre de hielo, aunque luego podamos ver que de hielo tiene poco el hombre. Aunque es dominante, posesivo y con un gusto algo extraño en cuestiones sexuales, amén de guardar ciertos secretos en su interior que lo hacen ser como es..., ummm ¿a quién me suena a mí este personaje? ¿Alguien me puede dar una pista? Si no fuera porque tiene los ojos azules y no grises yo diría que es calcado a un tal... si, ese mismo, en el que estáis pensando. Sin embargo, a diferencia de Grey, personaje que me gustó bastante, Eric no ha terminado de caerme bien, tiene una actitud para con el mundo que no me ha gustado nada e, incluso algunas veces, me he llegado incluso a sentir un poco ofendida por cómo hace las cosas. Pero es que Judith no es mucho mejor que digamos, una chica un poco insegura, con sus complejillos, que sin embargo sabe dejar atrás y sentirse casi una diosa en los momentos que así lo requieren. Además, se siente totalmente obnubilada con su nuevo jefe, un tipo al que considera muy muy sexy con el que se le caen las bragas a la mínima de cambio, vamos, que no es capaz de resistirse. Y si éste dice que a las 9 esté lista, allá está ella, preparada para la cita que se le ha visto impuesta. Sin más. Y se deja llevar. ¿ Y qué si el otro quiere solo sexo? Ella no es que estuviera buscando precisamente un bocadillo, pero he echado de menos más picardía, un mayor tira y afloja en los personajes, no sé algo más de lo que muestran. También encontramos otros personajes a su alrededor, pero no son más que comparsas de los protagonista, un segundo plano que ayuda a complementar a estos más que ofrecer tramas adicionales por su cuenta. 

Tiene gancho, es una novela que se lee rápido y gustosamente, a pesar de lo disparatados que resultan algunas de las actuaciones de sus personajes principales, pero te mantiene entretenida un rato. No volvería a leerlo una segunda vez, pero tampoco me arrepiento de haberlo hecho la primera.

CONCLUSIONES

Morbo. Sexo. Dominio y Sumisión. Cuatro palabras en las que podría ser resumido este libro. Un libro que, sin trama apenas, y centrándose principalmente en escenas de cama, nos presenta situaciones de lo más atrevidas que en otras ocasiones bien podrían haber sido censuradas, y no porque sean precisamente de alto voltaje, que algo de eso también hay, sino por lo poco convencional que se presenta y, ya sabemos que, aún a día de hoy, eso de hablar tan a las claras de sexo, sobre todo si no se trata de un sexo tradicional o encierra algo "extraño", refiriéndonos a extraño por algo que no suele ser habitual, sigue siendo un poco tabú. Pero Megan ha decidido a atreverse con todo en este libro, ha arriesgado mostrándonos en sus páginas situaciones de lo más variopintas: tríos, vouyerismo, camas redondas....yendo, conforme avanzan las páginas, cada vez a más. 

El lenguaje utilizado es fácilmente entendible, explícito y sin andarse por las ramas, para que no resulte extraño en las circunstancias que nos están siendo narradas y considero que también es un punto a su favor.

¿Recomendarlo? No sé. Ya os digo que a mí me ha dejado con sensaciones cruzadas y, antes de ello, tendría que estar muy segura de hacia quién va dirigida la recomendación. 

**






5 comentarios:

  1. A mi sí me gusto y no me dio la impresión de que Judith tuviera muchos complejos, pienso que alguien inseguro no se prestaría a los juegos de Eric Zimmerman y Judith no solo se presta gustosa sino que además disfruta mucho XDD

    Una pena que no te haya llegado, a mi me encantó y estoy deseando leer el siguiente

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  2. Este libro no me llama mucho y viendo tu opinión tampoco me animo, así que lo voy a dejar pasar.
    Besotes!!!

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  3. este libro si q esta q arde es reeeeeee -erotico asi q si alguien lo leee se va a quedar calenton jajjaja

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  4. Sexo explícito, compartido y observado. Parecerá raro, pero no, hay gente que lo practica, y me quedé de una pieza cuando me enteré. Jamás lo hubiera pensado.
    Me gustaría que los personajes masculinos "hablaran" en las páginas de las novelas. No sólo ellas.
    La novela me gustó. Es exáctamente lo que se propone: entretener, erotismo y morbo. Si hubiera querido una novela de aventuras hubiera escogido a Walter Scott.
    En cuanto salga la segunda parte la compraré.

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  5. Best Book ever ! Esta Buenísimo el libro solo personas ignorantes y con tabús sobre el sexo no lo disfrutarian!! Lo recomiendo.

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