“ Hoy he visto un libro guapo guapo titulado conversaciones de wassap con mi madre. Échale un vistazo si puedes que te vas a reír ”
¿Qué me iba a reír? ¡Falta me hacía! Así que cuando mi hermano Poio me recomendó este libro no dudé ni un momento en buscarlo ipso facto. Y no sólo es que él me lo hubiera recomendado tan fervientemente, sino que, además, el título que tenía me parecía de lo más gracioso y, ¿para qué os voy a mentir? En lo primero que pensé fue en mi madre, que también se ha hecho hace poco con un smartphone y está con el whatsapp que ni caga. Si, su primer mensaje tuvo algo más de sentido que “ adslfñlsdvcs.,vmskf ” pero tardó lo suyo en escribirlo, aunque tampoco os creáis que hace falta ser madre, de mediana edad o recién iniciada en esta nueva tecnología para que tus mensajes sean auténticos jeroglíficos, me teníais que leer a mí cuando me estoy empezando a quedar dormida...
Al final resultó que ni siquiera se llamaba como él me había dicho, pero conseguí encontrarlo bajo el título de Mis Whatsapp con mamá y es el libro del que comienzo a hablaros.
“ Hola . Soy tu madre . Yo también formo parte de este invento y nadie me dice nada”
Ese mensaje que veis más arriba no pertenece al libro que nos traemos entre manos. No. Ese fue el primer whatsapp que envió mi madre cuando lo tuvo instalado en el móvil. ¿Comprendéis ahora porqué me ha hecho tantísima gracia este libro?. Se me hace muy cercano y más aún verídicos. Mensajes que bien podría haberme mandando mi madre, aunque claro, como yo estoy en casa, no me manda tantos, tendrían que preguntarle a mis hermanos por el humo que tienen que estar empezando a soltar sus móviles.
“ Empecé a leer. Y no podía parar. Cuando tuve que hacerlo ya casi lo había terminado ”
Puede que sea tan ameno y fácil de leer porque tiene mucha gracia pero, más que eso, es que despierta en nosotros nuestra alma de voyeur, los cotillas innatos que guardamos en nuestro interior, el tener la sensación de estar leyendo el móvil de otra persona porque la estética que tiene es precisamente esa, un móvil, lo que tenemos ante nosotros no es un libro propiamente dicho, cuenta una historia, pero lo hace a través de mensajes, lo cual me parece de lo más original, además, para poder acceder a su argumento tendremos que leer entre líneas, pues nadie nos explicará nada, no tendremos nada de narración, solo diálogos, las conversaciones que mantienen una madre y un hijo con un teléfono móvil como intermediario.
“ Un libro diferente. Una estética diferente ”
Yo, al haberlo leído en un ebook que solamente cuenta con el negro y las tonalidades de grises, no he podido apreciar los colores que acompañan al texto, aunque si que había una diferenciación entre la tonalidad de los mensajes de uno y de otro, distinguiendo así quién es el que habla en cada momento.
Una pantalla de móvil, eso es lo que tenemos ante nosotros en cada momento más que la página de un libro. A veces esta pantalla solo está rellena por un mensaje, otras lo acompañan más de uno. Lo que no sabemos, porque no se nos muestra , es la duración que tienen estas conversaciones, si los mensajes han sido respondidos de forma inmediata o si han tardado un rato en darles respuesta. Tampoco sabemos cuanto tiempo transcurre entre un mensaje y otro, aunque nos lo podemos imaginar , pues no tienen ni fecha ni hora ni ná, tan sólo el mensaje ( o los mensajes ) que en esa circunstancia se han enviado.
De vez en cuando, para amenizar más aún si cabe la lectura, aparecen dibujos representativos de lo que en ese momento hemos estado leyendo, en su mayoría caricaturas del instante o situaciones que han hecho especial gracia. A mí al menos. Y me ha parecido muy gracioso encontrármelos, sobre todo algunos de ellos, creo que le da un punto más cómico aún.
“ Ya está. Ya está. Ya sé mandar una foto por whatsapp ”
No sólo tendremos conversaciones triviales, también iremos viendo cómo la madre se va adaptando al móvil poco a poco, como va descubriendo la nueva tecnología y haciéndose poco a poco a todas las opciones que esta aplicación de mensajería nos ofrece. Algunas conversaciones son más graciosas que otras, pero por lo general mantendremos una sonrisa constante en la boca, aunque a veces nos quedemos un poco fuera de juego porque no entendamos bien alguna de las bromas que se hacen... No todo va a ser perfecto
“ Sabes quién le da de comer a tu gato desde que te fuiste no? ”
Nos vamos de casa, nos “emancipamos” y, a lo mejor, dejamos a una mascota atrás, que a nuestros progenitores no les queda otra que cuidar. En este caso, Grisillo es el gato al que su madre cuida y sobre el cual hace alguna que otra broma.
“ ¿Cuál era esa canción que cantaba Celine Dion? ¿Cómo hay más de una? ”
La madre es una señora de mediana edada que echa de menos a su hijo, el síndrome de los pollitos fuera del nido, imagino , y, como también se aburre un poco, no para de mandarle mensajes para recordarle que sigue ahí, y así tener algo de contacto con su progenie.
“ Spakamase muite ¿Abuela?¿Eres tú? ”
Lo de la abuela de este chico no tiene nombre. Es un personaje que aparece muy poquito, las contadas ocasiones en las que le coge el móvil a la hija, que también es la madre , cuando esta mira para otro lado. Su escritura si qué es inentendible al 100% y, si conseguimos enterarnos de algo de lo que dice es por cómo sigue la conversación el hijo, que yo no sé ni cómo consigue traducirla, porque cualquiera se entera de lo que escribe la buena señora.
“ Mamá...¿Me mandas dinero? ”
El hijo tiene trabajo, pero no tiene que cobrar demasiado en él porque cada dos por tres le está pidiendo dinero a su madre. Si cuela cuela...¿O no?
“ Además, encontramos en plantilla ”
A dos personajes que por sus actos conoceréis, o por lo que de ellos cuentan madre e hijo, ya que lo que es hablar, ellos no dicen nada, ni pinchan ni cortan, vamos. El vecino Boris por un lado, todo un manitas que tiene encandilada a la madre, y Diane, la novia del hijo a la que su suegra no ve con demasiados buenos ojos.
“ ¿Altamente Recomendable? ”
Si. Si lo que buscas es reírte, este es tu libro, porque lo vas a hacer. Yo empecé a leerlo y mantuve la sonrisa constante durante un buen rato. A veces puras carcajadas, otras tan solo un amago, pero con un buen rollo predominante que te deja muy buena sensación. No es sólo un libro que recomendaría, sino que ya lo he recomendado. Cuando apenas llevaba unas páginas, fui corriendo a leérselo a mis padres, que también batieron a carcajada limpia, aunque algún que otro chiste no lo terminaron de pillar, yo tampoco, dicho sea de paso, pero en algún momento u otro la carcajada está asegurada. A mi madre se le pasó un poco la risa cuando le dije que era un libro muy verídico y mi padre dijo que se esperaba frases más típicas de las madres, pero ambos se rieron, en realidad los tres estuvimos de risas un buen rato leyendo y comentando las ocurrencias de esta madre y este hijo y, si no se hubieran tenido que ir a trabajar, probablemente habríamos seguido hasta acabarlo, porque la verdad es que es difícil de dejar una vez que empiezas a leerlo, cuando uno se lo está pasando bien, el tiempo como que pasa más rápido, como que prácticamente vuela.
“ Y sin embargo... ”
Evidentemente, también tiene un pero, y es que cuando vas llegando al final, te meten el momento de lagrimita o nudito en el estómago. Que yo no sé que ganas tienen de ponerle mal cuerpito a una si lo que tiene entre manos es un libro de humor...O risas o lágrimas, pero no me metas las segundas cuando ya estoy acostumbrada al primer plato porque se hace como que raro pero sin el como.
“ Por todo ello... ”
Lo recomendaría si. Lo he hecho y volvería a hacerlo. Eso sí, advirtiendo de antemano que hay algún que otro momento serio que va a torcer momentáneamente la risa predominante, que va a ser un libro que vas a leer de un tirón y que incluso vas a releer de vez en cuando algunas de las conversaciones que incluye para echar otras risas, pero no sé porqué han incluido ese final. Es lo que menos me ha gustado del libro. Por todo lo demás...perfecto
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