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miércoles, 20 de noviembre de 2013

LO QUE ENCONTRÉ BAJO EL SOFÁ - ELOY MORENO

Llevaba un tiempo nada más que leyendo chick lit, mi estado de ánimo y las circunstancias de mi alrededor hacían que no me apeteciera otra cosa. Pero se pasó el furor de los primeros días y llegó el momento de querer cambiar, no de acera, pero sí de tercio, porque o bien me empezaban a cansar , las comparaciones son odiosas o es que ya había leído todo lo que podía leerse de un tirón en el género.
Lo que encontré bajo el sofá me llamó la atención por su título. Algunas veces, lo que me llama la atención de un libro es su portada, otras, que tenga referencias previas del mismo y, en otros casos, como me pasó en este, que su título me llame la atención. Porque, cuando empecé a leerlo, no sabía nada del mismo, ni había leído reseña alguna ni me había acercado a su sinopsis siquiera. Que, por cierto, para aquel/aquella que esté interesado/a, ahí os dejo la que ha hecho la propia editorial, ya que, a mí, me resulta demasiado complicado hablaros de lo que cuenta este libro sin destriparos nada:
¿Qué ocurre al mover un sofá? ¿Y al mover una vida?
Quizás encuentres objetos -o personas- que ya habías olvidado, un calcetín que se quedó sin pareja o una pareja a la espera, esquirlas de otra vida... o uno de esos secretos que te obliga a pronunciar la frase que lo cambia todo:
"tenemos que hablar" 

¿Y si movemos una sociedad?
Entonces uno se da cuenta de que vive en un lugar con demasiados gusanos para tan poca manzana. Pero también un lugar donde, al observarnos, descubrimos que somos los primeros en hacer aquello que tanto criticamos.
Cuando en 2011 Espasa publicó El bolígrafo de gel verde , los lectores se encontraron con un libro que ya empezaba a triunfar en las redes sociales pero cuyo contenido era un misterio. Dos años después, Eloy Moreno publica su segunda y esperadísima novela. De nuevo, el “de qué trata” "
Y menos aún que eso supe yo a la hora de ponerme a leer este libro, pues ni había leído " El Bolígrafo de gel verde ", por lo que no tenía referencias previas de su autor, ni había leído la contraportada del mismo, por lo que tampoco tenía muy claro qué era lo que me iba a encontrar en el mismo, aunque, a decir verdad, tampoco es que lo aclare mucho, y puede que lo hayan hecho a conciencia pues es este un libro del que es mejor no saber nada antes de leerlo.
A mí, al principio, me pareció un poco extraño, pues no entendía muy bien a dónde quería llevarnos con esa introducción cargada de frases guapas que, bien te hacían pensar, bien te ponían sobre aviso de lo que más tarde podías encontrarte, mas no dejaban demasiado claro a dónde iban a parar...
Un incendio no puede ser eterno, porque al final o se apaga o ya no queda nada por arder; el problema es ni yo soy un árbol ni mi tristeza se parece al fuego "
" - ¿Podrías decirme qué camino debo seguir para salir de aquí?
Eso depende del sitio al que quieras llegar
No me importa mucho el sitio "
Son frases que, parecen estar puestas ahí sin mucho sentido y, sin embargo, conforme vas avanzando, se lo vas encontrando. Al principio, te quedas un poco fuera de juego, o, al menos, eso fue lo que me pasó a mi cuando comencé a leer este libro, me costó ubicarme, aunque tampoco es que tardara demasiado en hacerlo y puede que también sea debido a que no cuenta exactamente una historia, sino que cuenta una y cuenta muchas, la de una persona y la de todos y puede que, incluso, entre ellas, se haya perdido la tuya.
Porque con Lo que encontré bajo el sofá, no solamente se mueve la vida de la protagonista, también se mueve un poco la de todos y cada uno de los que se acerquen a leerlo, aunque solo sea en el pensamiento. Pues tenemos en él un libro muy actual. Tanto, que posiblemente en otras épocas no fuera tan entendido, o tan sentido, como lo puede ser hoy en día....
Y es que, al final, con la excusa de la crisis, todo se abarata, hasta las vidas "
A un político jamás hay que llamarle de usted, pues en el mejor de los casos es un trabajador a tus órdenes, y en el peor, un delincuente "
Pero no es solo contra ellos contra los que se agitan las páginas, sino contra todos y cada uno de nosotros, con esa mijita de culpa que todos tenemos para que las cosas sigan estando como están. Te va a hacer reflexionar, va a conseguir que guardes frases para el recuerdo y puede que, incluso, te cabree un poco. Si. Ha habido momentos en los que, leyendo este libro, me ha entrado un cabreo repentino contra esta sociedad en la que vivimos, en la que somos capaces de pasar de largo mientras alguien agoniza a nuestro lado, en la que somo capaces de mirar para otro lado mientras no nos toque a nosotros, en la que hasta las noticias se han encargado de inmunizarnos de algunas de sus protagonistas...
La noticia saldrá en los informativos y, como los charcos en verano, desparecerá al momento. Al fin y al cabo, no ha habido daños económicos, solo personales "
El estilo con el que está narrado el libro me ha gustado mucho, porque lo divide en dos partes. Por un lado, tenemos la historia de Alicia, qué es lo que le está sucediendo a ella, que será la que nos lo cuente en primera persona. Por otro lado, tenemos otras muchas historias, de personas que, anónimas o no, que podría ser cualquiera, que está narrado por una tercera persona no presente en la historia y, en cada capítulo, se van intercalando unas con otras.
Es un libro corto, que, sin embargo, da pie a ser "rumiado". No sólo ya por la cantidad de frases que a una le dan ganas de guardarse para cuando la ocasión lo requiera, sino porque nos habla de algo actual, que nos está afectando de pleno y que, probablemente, todos conozcamos a alguien en una de las situaciones que se narran, por lo que nos puede dar tanto pena como coraje, pero a buen seguro que no dejará a nadie indiferente,
A mí me ha gustado bastante leer el libro y lo recomendaría a cualquiera sin dudarlo.

1 comentario:

  1. A mí también me pasa que de vez en cuando tengo que cambiar de tercio en las lecturas. Me gustó mucho su primer libro y este también lo quiero leer, que por lo que parece es mejor todavía que el otro. Saludetes.

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