¡ Menudo fin de semana !

Si es que...dicen que las cosas nunca vienen solas...Dicen....

Y puede que lleven razón. Aunque también tiene su lógica. ¿Para qué van a venir solas pudiendo aparecer acompañadas? Pues, este fin de semana pasado, parece que han decidido reunirse unas cuantas para venir a hacerme una visita...¡ Menos mal que ya es lunes y todo ha pasado ! De las pocas veces que me alegro que llegue el lunes...

Pero empecemos por el principio. El jueves pasado mi abuela nos dio un pequeño susto. Volvió a fallarle el corazón. Y nos la tuvimos que llevar ipso facto al hospital dónde, el mismo viernes por la mañana, la trasladaron a la UCI para operarla de urgencias. Le han puesto un marcapasos. Todo ha salido bien y ya la tenemos en casa. ¡ Menos mal que la cosa ha ido rápido ! Que ya sé que es raro que a una le den el alta un domingo...

Por otro lado, por fin me he podido apuntar al gimnasio. Hasta el 3 de junio no lo abren, pero si te apuntabas antes salía más barato y, tal y como están las cosas, hay que ahorrar, que además me lo tengo que pagar yo. Está muy bien porque tiene muchas cosas y me pilla justo al lado de casa, por lo que no tengo que estar dependiendo de coche para poder ir y podré ir todos los días si me apetece. La verdad es que he tenido que ir tres veces hasta que me he podido apuntar, pero la culpa no la han tenido ellos, sino cosas que pasan con la tecnología, que es magnífica y nos simplifica mucho la vida pero como le de por fallar...ya nos ha fastidiado.

Y, hablando de tecnología que falla....Mi Kindle ha muerto....He intentado reavivarlo, pero se ve que no hay muy buena solución para él. Pobrecito él y pobrecita yo, que me siento más rara que un perro verde sin su compañía. Veré que puedo hacer y si no, tendré que acabar comprándome otro. ¡ Qué remedio ! Hay cosas que son imprenscindibles. Y a mi móvil le va haciendo falta un cambio....

Por lo demás, todo bien. Me he cambiado el diseño de las uñas y he aprendido a jugar a los dardos. Ahora, y mientras que la historia de mi Kindle se arregla, volveré con Zarco. No podré esperar a mi amiga, pero creo que podrá entenderlo.