No sólo tiene un título raro, sino que podría decirse que ha sido este uno de los libros más extraños que haya tenido el gusto de caer en mis manos. Si, sólo el título ya habría bastado para que, de haberlo visto, hubiera recaído en él, pero mi elección no fue realizada al azar, sino que tuvo mucho que ver la gran cantidad de críticas positivas con las que cuenta, tanto en el mundo de la blogosfera, como aquí; en Ciao.es.
Y, a pesar de sus rarezas, o puede que precisamente gracias a ellas , me ha gustado mucho, quizás no tanto como me esperaba, es lo que suele pasar cuando ponen algo demasiado alto , que cuando llegas a la cima, al final la cuesta no era para tanto como te la esperabas, pero, aún así, tengo que reconocer que tiene algo que hace que quieras seguir leyendo, que te intereses por lo que está pasando en la historia.
Quizás, lo más destacable de este libro sea su estilo, puede que por no estar acostumbrada a esa " batiburrillo " de ideas que te va soltando, introduciéndote en la historia poco a poco, contándotelo como si estuvieras asistiendo a una conversación entre dos interlocutores ajenos a ti, como si uno de los dos le estuviera contando lo ocurrido al otro y tú, simplemente, estuvieras asistiendo a lo que ellos se están contando. Al principio, cuesta un poco acostumbrarse a que las cosas sucedan en paralelo en vez de forma lineal, como suele ocurrir en la mayoría de los casos, empieza con una pesca en la que incluso introducen recetas de cocina ( " un libro muy propio para alguien que está haciendo la sopa...no para de darte recetas de cocina " en palabras de mi hermano, al cual se lo recomendé cuando llevaba un poco leído), porque a ver, la verdad es que, como él lo define, " la pesca inicial, es mucha pesca " y no sabes muy bien a dónde quiere ir a parar. Luego sigues leyendo y se van mezclando historias, van apareciendo personajes que igual desaparecen cuando menos te lo esperas y no vuelven a salir en escena o, por el contrario, vienen de nuevo cuando ya casi te habías olvidado de ellos, pero los recuerdas fácilmente.
Las historias que cuenta son crudas. No es un libro apto para todos los públicos, de ser llevado al cine, quizás fuera Tarantino el director ideal para plasmas sus escenas en la gran pantalla, por aquello de que tenemos historias cruzadas, escenas sangrientas y alguna que otra con cierto toque de mal gusto. Pero, a parte de como la cuenta, indudablemente, aunque en un inicio nos de la sensación de que no es así, tiene una historia detrás en la que, aunque sus protagonistas no estén definidos según los cánones que suelen seguir para este tipo de cosas, sí que se llegan a conocer. Eso sí, del que más sabremos será de ese asesino de la moneda, del cual no voy a desvelar su auténtico nombre, aunque prácticamente desde un principio sepamos su identidad. Sin duda es el protagonista principal, y será en torno a él por dónde gire la historia, que a veces, como la vida misma, se desvía y entretiene en reflexiones y otros asuntos que quizás podrían haber pasado por alto, pero que contribuyen a esa sensación de desconcierto que te invade durante toda la lectura, cortando las historias en el momento oportuno para volver a ellas después de haber alimentado la carnaza del lector, esa ansía de querer saber qué pasa que no se disipa con historias intermedias que, sin embargo, luego esperas que terminen de ser contadas. Del resto de personajes poco se puede decir, se les conoce, más o menos, a algunos más que otros, pero en su gran mayoría pasan por " la escena del crimen " como meros figurantes, necesarios para el desarrollo de la historia, pero no por ello imprescindibles, pudiendo haber sido cambiados por otros completamente distintos.
Tiene escenas bastante desagradables, de las que te encogen el estómago y a tu boca se asoma una mueca de desagrado. Son escenas que me hubiera gustado no imaginar siquiera, porque, aunque algunas están descritas de forma bastante esquematizada, se quedan irremediablemente en tu mente. Eso sí, lo que realmente llega a dejarte sin palabras, aparte de la cantidad de giros, historias y datos que en el libro aparecen, es su final. David Llorente ha sabido colgar el telón de forma que todo el público enmudezca. Literalmente, sin palabras, así es como te quedas después de haber leído este libro.
CONCLUSIONES
Qué se rían las novelas nórdicas, que en España también saben como montar una novela negra que deja impactado al lector, que le hace pensar, que añade datos, que te encoge el estómago y te deja rumiando acerca de lo que has leído.
Puede que no haya sido tan bueno como me lo esperaba, quizás porque me lo esperaba exageradamente bueno, pero, aún así, es un buen libro que, si tienes estómago y te gusta la novela de crímenes, con un cierto toque de terror psicológico, de ese que te hace temer más con la mente que con los ojos, con cosas que podrían pasar en realidad. Y, si además, buscas un libro escrito de forma original, muy distinto a otros que hayas leído, atrévete con este, puede que al principio te cueste un poco saber por dónde van los tiros, pero estoy segura de que te va a gustar, pues, aún sin saberlo, quieres seguir leyendo...
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