SINOPSIS
Roma, 1982. Italia entera está pendiente de la final del Mundial de fútbol que esa noche disputan contra Alemania. En casa de unos amigos, dónde ha quedado para ver el partido, el comisario Michele Balistreri recibe una llamada. Elisa Sordi, una joven a la que conoce de vista, ha desaparecido. Ballistreri le quita importancia y se olvida del tema. Días después aparece el cadáver mutilado de Elisa y Balistreri lamentará el resto de su carrera haberse desentendido de esa llamada.
Roma, 2006. Balistreri es jefe de la brigada especial de extranjería. Atrás quedó el comisario treintañero, arrogante y mujeriego. Cerca de los sesenta, es un hombre obligado a cuidarse aunque le pese, que ha sabido ocultar bien sus demonios personales, se ha ganado el respeto de su equipo e incomoda a los altos cargos. De repente, dos nuevos homicidios le devuelven al pasado y a ese caso de hace veinticuatro años. Balistreri deberá sacar a la luz una verdad peor que las mentiras bajo las que está sepultada y desenmascarar por fin el auténtico rostro del mal.
¿QUIÉN ES EL MAL?
No sé porqué me decidí a leer este libro. No había leído reseñas sobre él, no conocía al autor, (normal, teniendo en cuenta que esta es su ópera prima), la portada no me llamaba especialmente la atención, nadie me lo había recomendado y lo poco que sabía acerca de él era lo que se puede leer en su sinopsis. Sin embargo, había algo que me decía que iba a gustarme, ese halo que tienen algunos libros que hacen que, sin conocer muy bien el motivo, te sientas irremediablemente atraída por ellos. Por eso, decidí aprovechar la oferta Kindle flash de ese día en amazon y hacerme con él.
No me equivoqué en mi decisión, pues ha sido un libro que me ha gustado muchísimo. Un libro en el que el autor juega como quiere con el lector, haciendo que se mantenga todo el rato intrigado, pensando en lo que habrá pasado y cómo se interconectan unas cosas con otras. Haces hipótesis al respecto, indagas en tu mente sobre lo que ha pasado junto a Balistreri y los suyos y, cuando crees que las cosas están ya claras, cuando parece que todo empieza a cobrar sentido, entonces, te da un nuevo dato que antes no tenías y parece que, lo que era tan claro, ya no lo es tanto, empiezas a ver las tonalidades de grises y tus hipótesis se derrumban como un castillo de naipes. Constantini te lleva por dónde te quiere llevar, de modo que, hasta el final de la obra, no sabes qué es realmente lo que ha estado pasando.
El hilo argumental está muy bien trazado. No da puntada sin hilo. Todo se explica a su debido momento. Las cosas pasan cuando tienen que suceder. Y vas entendiendo los sucesos que rodean al caso en el que nuestro protagonista se encuentra inmerso conforme él mismo lo va entendiendo, poniéndote a su nivel. Utiliza, para dar encuadre a la historia, dos acontecimientos deportivos importantes para Italia, dónde se desarrolla toda la historia, los mundiales de 1982 y 2006, años entre los que transcurre todo, incluyendo un salto temporal entre ambos, quedando la novela dividida en tres partes: Una primera parte que transcurre en el año 1982, un intermedio, que a su vez divide en dos partes situadas entre el año 2005 y 2006 y una tercera parte enclavada ya en fechas cercanas al mundial del 2006. La primera parte es introductoria, dónde se sientan las bases de lo que iremos conociendo más tarde, dónde comenzamos a conocer a los personajes protagonistas y dónde veremos el punto de partida del grueso de la novela. Es una parte entretenida que se lee rápidamente. El intermedio es la zona más floja. La acción decae y hay momentos en los que te quedas un poco KO con algunas cosas que crees que no vienen al caso, dando incluso la sensación de que ha comenzado una historia diferente con la misma persona, habiendo olvidado por completo el primer caso, aunque eso no hace más que te mantengas con el run run en la cabeza de porqué lo hace. Pero, claro está, la cosa no acaba ahí, llega un momento en el que ese caso que creías olvidado, se reabre, y entonces todo se dispara. En ese momento ya no podrás parar de leer ni un momento, intentando ser más rápida que el protagonista y llevándote cada sorpresa que no te esperas que para qué.
La forma de contarlo me ha parecido muy original. Centrándola en su protagonista aunque no siempre haya sido él quién lleve la voz cantante. En la primera parte y en el epílogo, lo veremos hablar en primera persona, narrándonos de forma directa sus sensaciones y pensamientos. Sin embargo, en la mayor parte de la novela, será un narrador externo quién nos dirija los pasos de Balistreri y el resto de protagonistas de la obra, haciendo incisiones en algunas partes, a modo de pensamientos del mismo. Cómo si fuera él quién nos lo siguiera contando.
Entre sus letras, además de una historia de intriga muy bien trazada, también veremos detallada parte de la política italiana y la doble moral cristiana en muchos casos. Se pone de manifiesto el alcance que tiene el poder, la importancia del Vaticano, los intentos del gobierno por echar a los inmigrantes, el racismo ante determinadas etnias sociales, la corrupción...
No me equivoqué en mi decisión, pues ha sido un libro que me ha gustado muchísimo. Un libro en el que el autor juega como quiere con el lector, haciendo que se mantenga todo el rato intrigado, pensando en lo que habrá pasado y cómo se interconectan unas cosas con otras. Haces hipótesis al respecto, indagas en tu mente sobre lo que ha pasado junto a Balistreri y los suyos y, cuando crees que las cosas están ya claras, cuando parece que todo empieza a cobrar sentido, entonces, te da un nuevo dato que antes no tenías y parece que, lo que era tan claro, ya no lo es tanto, empiezas a ver las tonalidades de grises y tus hipótesis se derrumban como un castillo de naipes. Constantini te lleva por dónde te quiere llevar, de modo que, hasta el final de la obra, no sabes qué es realmente lo que ha estado pasando.
El hilo argumental está muy bien trazado. No da puntada sin hilo. Todo se explica a su debido momento. Las cosas pasan cuando tienen que suceder. Y vas entendiendo los sucesos que rodean al caso en el que nuestro protagonista se encuentra inmerso conforme él mismo lo va entendiendo, poniéndote a su nivel. Utiliza, para dar encuadre a la historia, dos acontecimientos deportivos importantes para Italia, dónde se desarrolla toda la historia, los mundiales de 1982 y 2006, años entre los que transcurre todo, incluyendo un salto temporal entre ambos, quedando la novela dividida en tres partes: Una primera parte que transcurre en el año 1982, un intermedio, que a su vez divide en dos partes situadas entre el año 2005 y 2006 y una tercera parte enclavada ya en fechas cercanas al mundial del 2006. La primera parte es introductoria, dónde se sientan las bases de lo que iremos conociendo más tarde, dónde comenzamos a conocer a los personajes protagonistas y dónde veremos el punto de partida del grueso de la novela. Es una parte entretenida que se lee rápidamente. El intermedio es la zona más floja. La acción decae y hay momentos en los que te quedas un poco KO con algunas cosas que crees que no vienen al caso, dando incluso la sensación de que ha comenzado una historia diferente con la misma persona, habiendo olvidado por completo el primer caso, aunque eso no hace más que te mantengas con el run run en la cabeza de porqué lo hace. Pero, claro está, la cosa no acaba ahí, llega un momento en el que ese caso que creías olvidado, se reabre, y entonces todo se dispara. En ese momento ya no podrás parar de leer ni un momento, intentando ser más rápida que el protagonista y llevándote cada sorpresa que no te esperas que para qué.
La forma de contarlo me ha parecido muy original. Centrándola en su protagonista aunque no siempre haya sido él quién lleve la voz cantante. En la primera parte y en el epílogo, lo veremos hablar en primera persona, narrándonos de forma directa sus sensaciones y pensamientos. Sin embargo, en la mayor parte de la novela, será un narrador externo quién nos dirija los pasos de Balistreri y el resto de protagonistas de la obra, haciendo incisiones en algunas partes, a modo de pensamientos del mismo. Cómo si fuera él quién nos lo siguiera contando.
Entre sus letras, además de una historia de intriga muy bien trazada, también veremos detallada parte de la política italiana y la doble moral cristiana en muchos casos. Se pone de manifiesto el alcance que tiene el poder, la importancia del Vaticano, los intentos del gobierno por echar a los inmigrantes, el racismo ante determinadas etnias sociales, la corrupción...
Los personajes están muy bien desarrollados. Pasa mucho tiempo desde el comienzo hasta el fin, aún con intervalos que no terminamos de conocer y así podemos ver como han evolucionado. Como acaban siendo lo contrario de lo que en su juventud eran, notando el cambio más dramático en el propio protagonista.
He leído que es este el primer volumen de una trilogía protagonizada por el comisario Michele Balistreri. En cualquier caso, aquí todos los hilos quedan muy bien atados, sin necesidad de añadir nada más de lo que ya se ha dicho. Supongo que en otras entregas se centrará en nuevos casos pero, teniendo en cuenta como se ha desarrollado esta novela no creo que consiga dar el mismo impacto. Ya veremos. Porque lo que sí es seguro es que, si me vuelvo a tropezar con otra novela del autor, volveré a animarme a leerla, porque esta me ha encantado.
Tiene muy buena pinta por lo que cuentas, así que si se cruza por mi camino, me parece que le daré una oportunidad.
ResponderEliminarBesotes!!!